ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 10 marzo, 2019 a las 09:09
Durante tres semanas estuvimos colaborando en una casa de acogida en Katmandú, en Sangha Children’s Home de la Asociación Budista Sangha Activa.
Os queremos explicar la gran labor que realiza desde hace tiempo esta asociación, y cómo han conseguido que 14 chicos y chicas adolescentes convivan juntos sin la supervisión de adultos.
Índice de contenidos
Sangha Children’s Home en Katmandú
Lo que vas a leer a continuación te va a dejar boquiabierto y te va a hacer reflexionar mucho…
¿Quienes son Sangha Activa y qué es Sangha Children’s Home?
Tal y como se definen ellos mismos: “Sangha Activa es un proyecto de inspiración budista para el desarrollo personal y un mandala de crecimiento espiritual. Un espacio en el que se hacen visibles los valores internos ayudando así a todos aquellos que quieran despertarlos en sí mismos. Es un campo de experimentación y práctica donde desarrollar la filosofía budista y aprender a promover los valores que nos acercan a una felicidad estable.”
Esta asociación se constituyó en 2012, y su presidente es el Lama Dondrub.
Esta asociación a parte de sus actividades propias relacionadas con el budismo, gestiona y subvenciona íntegramente la casa de acogida Sangha Children’s Home en Katmandú.
En esta casa viven catorce niños de entre 10 y 20 años. Estos niños provienen de familias sin recursos, algunas de ellas de aldeas remotas donde el acceso a la educación hubiese sido imposible, o bien niños que han perdido a sus padres y las familias no pueden hacerse cargo de ellos.
¿CÓMO CONOCIMOS SANGHA ACTIVA?
Antes de iniciar nuestro viaje, hicimos las primeras búsquedas de “voluntariados” desde España.
Encontramos diferentes ofertas de voluntariados internacionales, en ONG’s consolidadas, con respaldo económico detrás, etc. Pero la casa de acogida de Sangha Activa no aparecía en ninguna de las páginas de Google.
Fue por casualidad, como muchos grandes acontecimientos en la historia, que a través de una persona de confianza, llegó a nosotras una cardióloga, Fina, quien nos habló de una casa de acogida en Katmandú que gestiona la asociación budista, Sangha Activa.
Nos habló de Sangha Children’s Home, una casa donde residen niños de familias provenientes de diferentes lugares de Nepal. Niños de familias sin recursos económicos, o niños sin familias. Por su puesto aceptamos su propuesta y nos entrevistamos con el director de Sangha Activa, el Lama Dondrub.
Tenemos que confesar que nos sorprendimos cuando, al llevarnos ante el lama Dondrub, nos encontramos ante un hombre español de gesto amable. En ese momento rompimos nuestro primer estereotipo, una lama budista puede ser de cualquier nacionalidad.
Durante la entrevista, el lama nos hizo reflexionar sobre nuestro viaje, sobre el objetivo, sobre aquello que esperábamos, sobre qué podíamos aportar en la casa…No fue una entrevista al “uso”. Y es que la Sangha Children’s Home , no es tampoco una casa de acogida “al uso”.
POR QUÉ SANGHA CHILDREN’S HOME ES UN LUGAR ÚNICO
El lama y Fina nos explicaron que íbamos a ir a una casa donde 14 niños de entre 10 y 20 años viven solos, sin un adulto que supervise si se han duchado, si han recogido o si estudian.
Esto nos sorprendió enormemente porque…¿Quién puede imaginar a unos prepúberes y adolescentes fregando sus platos sin rechistar, levantarse para ir al colegio y nunca llegar tarde, u organizándose para limpiar sin que un adulto esté detrás?
Pues de la imaginación pasamos a los hechos, y lo hemos vivido en Sangha Children’s Home. Y sin más os vamos a presentar a estos 14 fenómenos.
¿Quién es quién es Sangha Children’s Home?
Vamos a conocerlos del más pequeño al más mayor:
Dawa 10 años, Niraj 12 años, Nischal 12 años, Ankita 12 años, Fura 13 años, Priti 14 años, Tilak 14 años, Tsering 14 años, Sushmita 15 años, Anju 15 años, Bikash 15 años, Sabina 15 años, Kumar 19 años, Deepak 20 años
Y por supuesto «la capitana»: Manju.
Manju es una chica tímida pero súper simpática y servicial de tan solo 24 años que hace de cocinera “madre” para estos chicos. Cobra una pequeña cantidad y vive en la casa, durante las vacaciones vuelve a su pequeña aldea de Kavre. Se encarga de todo lo relacionado con la cocina (comidas, despensa, etc.). Pero por otro lado, también echa una mano a los chicos, con aquello que todavía no controlan.
Vivir sin la supervisión de adultos
Ningún adulto más vive con ellos. Todo lo que sale de los dominios de Manju (cocina, comida, etc) se lo gestionan los niños (hobbies, estudios, colada, etc. )
Solamente cada dos días o tres días, Kamal viene a echar un vistazo y ver que todo está bien. Kamal es un hombre nepalí al que Sangha paga para que los niños tengan un referente a quien llamar ante cualquier problema. Si hay que firmar alguna autorización en el colegio, si alguien se ha puesto enfermo (muy enfermo) llevarlo al médico, etc.
CÓMO ES UN DÍA DE DIARIO EN EL SANGHA CHILDREN’S HOME
Al colegio…
Sangha Activa le da muchísima importancia a la educación, y no es para menos. Por eso, l@s chic@s asisten a un colegio privado de habla inglesa: Pegasus English School.
De Domingo a Viernes, tod@S, excepto los universitarios Kumar y Deepak, van al colegio. El sábado es su único día de fiesta.
Las 9 – 9:15 a.m. es su hora de entrar al colegio ¿A qué hora pondrías tu despertador? Pues ellos se levantan a las 6 – 6:30 a.m. Se levantan solos, sin nadie que venga a sacarlos de la cama. ¿Y para qué tan temprano? – Pensarás – . Pues nada más y nada menos que para estudiar.
Se levantan, se toman un vaso de leche y se van directos la “study room”. Allí estudian durante una hora y media aproximadamente hasta que llega la hora del almuerzo (8 a.m). Almuerzo que Manju ya está preparando desde primera hora de la mañana.
Tocan las 8 a.m. y la larga mesa de la “dinning room” ya está preparada. Platos de arroz con dal y verdura esperan ser devorados. (Sí sí, a las 8 de la mañana, un señor plato de arroz, bien colmado).
Resuena a capela el “oh mane pemeo…”. Manos, y alguna cuchara aislada, se mueven rápidamente sobre los platos de metal. Una vez terminado su plato, cada uno se levanta y se friega su plato y su vaso. Desde Dawa con 10 años hasta Deepak con 20. Cada uno lo suyo.
A nosotras, como sus “invitadas”, no nos han dejado fregar nuestro plato ni una sola vez. Es su hospitalidad.
En una ocasión quise “robarle” el plato a Nishal para fregarlo. Él estuvo rápido y lo cogió, me miró y me respondió: “ya soy mayor para fregar mis platos”. ¿Alguna madre de las aquí presentes ha escuchado esto alguna vez?
Empieza el ritual, faldas, corbatas y trenzas, calcetines y zapatos limpios, mochilas y una gran pila de cuadernos en la mano, todo listo para ir al colegio.
Los deberes…
A las 4 p.m se acaban las clases. En el colegio no comen al medio día, por este motivo hacen un desayuno tan potente. Ya en casa les esperan unas rebanadas de pan con “chokom” (nocilla para nosotros), crema de cacahuete, o un plato de arroz. Antes de eso, todos se han cambiado el uniforme del cole y se han puesto el de “estar por casa”.
Sin un segundo de tregua, se van directos a la “study room” y se hace el silencio. Una habitación, 14 chic@s, y solo silencio. Increíble. A penas se oye la voz tímida de Dawa intentando memorizar los nombres de las autopistas que cruzan Nepal.
Nadie tiene que decirles que vayan a hacer los deberes, lo tienen interiorizado, son sus rutinas de siempre y nadie lo cuestiona. Podrían escaquearse para ver la tele o jugar, pero no lo hacen.
Un profesor de su colegio viene un rato cada tarde para echarles una mano. Ellos no tienen ningún adulto al que preguntar dudas académicas. Los pequeños preguntan a los mayores, pero ¿a quién preguntan los mayores?
Sobre las 18:30 p.m. han acabado los deberes. Hasta las 19:30 p.m. tienen un rato de “libertad” para jugar o hacer lo que les apetezca. En estos ratos se descubren muchos talentos, como Tshering con su guitarra o Bikash con los pinceles.
A preparar la cena
Manju, incansable, después de la merienda continúa preparando la cena. Pero no está sola, cada día un par de ellos bajan a la cocina a ayudarla. Sobretodo Sabina, la ayudante primera de cocina.
19:30 p.m, a grito estilo nepalí, el resto de la casa se entera que la cena está lista. Todos bajan a poner la mesa. Platos, vasos, llenar botellas de agua. Cada uno, de pie, delante de su plato esperando al resto. Resuena como cada día el “Oh manepemeo..”.
Al acabar, de nuevo caravana ante la pica de la cocina. Cada uno friega su plato y su vaso. Siguiente paso, reunión de cepillos de dientes en la cocina.
Después de cenar, un rato más de libertad antes de ir a dormir. Pronto, que al día siguiente, vuelta a empezar.
Los días de fiesta en Sangha Children’s Home
El único día que descansan de colegio es el sábado. Aunque descansar tampoco porque el sábado es el día de colada. Se pasan toda la mañana lavando su ropa a mano.
En la casa hay dos lavadoras, pero los problemas de falta de suministro y cortes de agua en Katmandú hacen que usar la lavadora les resulte complicado. Prefieren bajar al patio, y lavar en barreños, como antaño.
Uniformes, ropa, sábanas, mantas, todos se la van su ropa, sin excepción.
La ropa queda colgada en cuerdas, barandillas e incluso en los tejados. Recoger la ropa seca a tiempo es más problemático, se les olvida, y hay que estar más encima.
La televisión, un lujo.
En Sangha Children’s Home hay una salita de televisión. Una habitación con una pequeña y antigua televisión de escasas 30 pulgadas.
Solo tienen permitido ver la tele una vez por semana, y os podemos asegurar que esta norma la cumplen al 99%.
El día de tele por excelencia es el sábado. Después de comer, prácticamente todos se estiran en el colchón. Tshering se hace con el poder del mando. Programas, vídeos musicales y pelis van pasando intermitentemente.
Pero si hay algo que les atrapa es la serie de Tv, Naagin (Snake). El sábado noche es íntegro para esta serie.
Su tiempo libre: Vivir sin Internet y móviles
Exceptuando los dos mayores, Kumar y Deepak, el resto de chic@s no tiene teléfono móvil. Viven sin estar enganchados al smartphone (afortunados).
Hay dos ordenadores portátiles que “acaparan” los mayores, pero que los usan todos cuando hablan con Fina por Skype todas las semanas.
El tiempo libre lo pasan jugando o estudiando. Algunos de ellos son brillantes y tienen grandes potenciales, aunque desgraciadamente, han nacido en el país menos adecuado para desarrollarlos.
Tienen permitido salir de la casa en ciertas ocasiones, siempre con previo aviso a Kamal. Aunque son raras las veces que salen a la calle. Prefieren quedarse en casa haciendo lo que les gusta. Por suerte la casa es muy amplia y tienen mucho espacio. Pueden jugar al futbol, tienen canastas de básquet y una mesa de pingpong.
También son muy amantes de la música. Siempre se escucha una guitarra de fondo y alguna vocecilla canturrenado alguna de Justin Bieber o algún cantante indio.
¿Y las familias?
Como hemos comentado al principio, algunos de l@s chic@s de Sangha tiene familia, pero por falta de recursos, Sangha se ha hecho cargo de su manutención y educación. A pesar de estar lejos, Sangha quiere que est@s chic@s mantengan el contacto con sus familias, así que durante las vacaciones escolares, vuelven a sus ciudades y aldeas hasta que empieza el nuevo año escolar.
Nuestra experiencia y nuestro aprendizaje
Nuestro día a día con los chic@s de Sangha ha sido un gran aprendizaje personal y nos han hecho reflexionar sobre temas como la educación y la labor del voluntario.
Una reflexión personal sobre la educación de los jóvenes.
¿Cómo puede ser que 14 adolescentes se gestionen sus vidas sin la supervisión de un adulto? ¿Cómo pueden ser más autónomos e independientes que muchos jóvenes de veintipico en occidente?
Nishal a sus 12 años me dijo: “ya soy mayor para fregar mis platos”. Reflexiona.
En nuestra sociedad podemos ver habitualmente situaciones que chocan mucho con lo que hemos vivido aquí. Por ejemplo, jóvenes de venti…largos que aún dependen de los padres, o que se independizan y aún las madres les hacen la colada o les preparan tupers de comida. También vemos familias que no pueden controlar a un/a solo/a hijo/a, chic@s déspotas y dictadores ¿Qué se está haciendo mal?
Creemos que es algo básico que se ha olvidado, la educación temprana y cierta “disciplina” bien entendida. Muchas veces lo que creemos que es “lo mejor” para los hijos, es lo más contraproducente, y les estamos robando la oportunidad a los niños de ser más autónomos, de que se sientan más seguros con ellos mismos.
Lógicamente no hay que hacerles lavar su ropa a mano, para eso vivimos en sociedades avanzadas, pero no debe ser ningún escándalo que un niño de 7 años aprenda a fregar su plato…
Dawa tiene 10 años, hace varios que está en Sangha, hace varios que se lava su ropa y se friega sus platos. Le faltan muchas cosas por aprender y hacer mejor, por supuesto, no deja de ser un niño, pero es un niño autónomo y que se sabe capaz de hacer cosas. Es un niño, que de bien seguro, tendrá éxito en el futuro, porque estas pequeñas cosas son las que les hacen crecer.
Una reflexión sobre el voluntariado
Otra de las percepciones que nos ha cambiado bastante es la labor del voluntario, sobre todo, cuando se trata de un voluntariado “social” de intervención con personas. La principal cuestión es que necesitas tiempo, y con tiempo nos referimos a meses de intervención sobre el terreno.
Esto es lo que ha hecho Sangha. Todo lo que os hemos explicado es el resultado de años incidiendo en la educación de l@s chic@s.
TERROR EN SANGHA CHILDREN’S HOME
Dos viajeras en Nepal se dirigen a un orfanato llamado Sangha Children’s Home, pero lo que encontrarán allí, no es lo que ellas habían pensado…de día ya todo resultaba algo extraño, pero al caer la noche, una fuerte tormenta se situaba justo por encima de sus cabezas, y se apagó luz…Aquí comienza la pesadilla..
El pasado día 23 de Mayo, aprovechando nuestra presentación en #XperienceMadrid, compartimos con todos los asistentes, un vídeo muy especial para nosotras: ¡nuestro primer corto!
La idea de este «rodaje» salió de los niños del orfanato. Una de tantas noches en las que nos quedamos sin luz, los peques empezaron a contar historias de miedo, y nos pidieron grabarles un vídeo.
Así que pensamos que sería muy divertido grabar un corto de miedo, en el que ellos fueran los protagonistas de la historia. Y la experiencia no podía haber salido mejor, los niños se lo pasaron en grande!!
En primer lugar grabamos esa misma noche las escenas nocturnas, y en días posteriores, fuimos grabando y añadiendo el resto de tomas.
Tanto ellos como nosotros disfrutamos de lo lindo con el rodaje y los ensayos, tanto es así, que nos pidieron repetir la experiencia!
¿QUIERES COLABORAR CON SANGHA CHILDREN’S HOME?
El mantenimiento de Sangha Children’s Home depende de las aportaciones solidarias, tanto de los miembros de la asociación como de aquellos que deseen colaborar.
Pero Sangha Activa no es una gran ONG, y tiene sus limitaciones en cuanto a presupuesto, difusión y publicidad para conseguir “padrinos” o aportaciones económicas para los niños.
El costo mensual total de Sangha Children’s Home es de aproximadamente de 2500 euros al mes. Y muchos meses no llegan a cubrir todos los gastos (colegio, comida, suministros, sueldos, etc).
¿Qué puedes hacer tú por Sangha Children’s Home?
Desde Abordodelmundo queremos ser el megáfono de Sangha Children’s Home, para que su proyecto se conozca más! Por eso necesitamos tu ayuda:
- Comparte y difunde este post y nuestro vídeo en las redes sociales. Invita a tus amigos a que lo compartan también. No cuesta nada y podemos llegar lejos!
- Entra en sanghaactiva y consulta las opciones para apadrinar o colaborar con ellos. Cualquier cantidad, cualquier idea es bien recibida.
¿Tienes ideas sobre voluntariado con Sangha Children’s Home?
Genial! Si se te ocurre alguna idea o iniciativa para colaborar a nivel de voluntariado con Sangha Children’s Home, no dudes en contactar con ellos. ¡¡son encantadores!!
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